El 1 de octubre entró en vigor el nuevo contrato entre Aguas de Bogotá y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá que garantiza la operación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Salitre por los siguientes 24 meses.

Bogotá 3 de octubre de 2025. Con el inicio el 1 de octubre del contrato interadministrativo entre Aguas de Bogotá y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá para la operación de la PTAR El Salitre por los próximos 24 meses, se garantiza su operación y buen funcionamiento hasta 2027. De esta manera se da continuidad a un trabajo mancomunado de 15 años entre ambas empresas, pues desde 2010 adelantan dicha labor, fundamental en la recuperación del río Bogotá y los ecosistemas de la Estructura Ecológica Principal de la ciudad.

La PTAR El Salitre, que es la planta de tratamiento de aguas residuales más grande del país, es uno de los eslabones principales en el saneamiento del río Bogotá, pues trata las aguas residuales de las cuencas Salitre y Torca, que abarcan el centro y el norte de la ciudad. Estas son 2 de las 5 cuencas que llegan al río Bogotá desde la capital del país y el municipio vecino de Soacha.

Con la atención de estas dos cuencas, que pasan por localidades como Suba, Usaquén, Barrios Unidos y Engativá, donde viven más de 2.8 millones de personas, la PTAR trata el 30% del total del agua residual de la ciudad que llega al río Bogotá.

En este tratamiento, que consiste en procesos biológicos y de decantación, se retira cerca de 95 % de los residuos del agua antes de ser vertida en el río. Además, al ser un proceso circular, estos residuos son reutilizados. A partir de ellos se produce biogás, que suple el 40% de la demanda energética de la planta; y biosólidos ricos en nutrientes, que se utilizan en la recuperación de suelos.

La PTAR cuenta con una operación 24/7, donde diariamente se tratan 430 mil m3 de agua, el equivalente a 173 piscinas olímpicas, que al terminar el proceso es apta para riego entre otros usos.

Así mismo, la operación de la planta beneficia directamente a los 220 colaboradores y sus familias que, con su trabajo, garantizan el buen funcionamiento permanente de la planta y que el agua tratada cumpla con los índices de calidad.